La terapia de fascias, un enfoque que trata la red de tejido conectivo que envuelve músculos, huesos y órganos. También conocida como terapia miofascial, se centra en liberar las restricciones en la fascia, ese tejido que, si se vuelve rígido, puede causar dolor, mala postura y movilidad limitada. No es magia, ni tampoco una moda pasajera: es biología. Cuando te sientes tieso por estar mucho tiempo sentado, o tienes dolores que no pasan con masajes normales, puede que la culpa la tenga tu fascia.
La fascia, el tejido elástico que sostiene tu cuerpo como una red invisible. También conocida como tejido conectivo, se comporta como una red de telas que se tensa o se adhiere cuando no te mueves bien. Si la fascia se pone dura por el estrés, el sedentarismo o una lesión antigua, tu cuerpo entero lo nota: dolor de espalda, rigidez en los hombros, incluso dolores de cabeza. Por eso técnicas como el Rolfing, un método estructural que reorganiza la fascia para mejorar la postura y aliviar el dolor crónico o el Cross Fibre Release, una técnica que aplica presión cruzada para despegar fibras adheridas son tan efectivas. No se trata de masajear el músculo, sino de despegar lo que lo está atrapando por debajo.
Lo que encuentras en esta colección no son teorías abstractas. Son guías reales de lo que funciona: desde cómo hacer estiramientos de fascia con un foam roller hasta cómo el Rolfing puede cambiar tu postura en pocas sesiones. También verás cómo el estiramiento miofascial ayuda a deportistas y a personas que pasan horas frente al ordenador. No necesitas ser atleta ni tener dolor extremo para beneficiarte. Si alguna vez has pensado que "esto nunca se va a quitar", la terapia de fascias puede darte una nueva opción.
El rolfing es una terapia manual que reorganiza el cuerpo liberando tensiones en las fascias. Ideal para quienes sufren dolor crónico, mala postura o movilidad limitada. Descubre cómo funciona y si vale la pena probarlo.