¿Sientes rigidez al levantarte o al girar el torso? La movilidad articular es la capacidad de mover nuestras articulaciones con facilidad y sin dolor. No necesitas equipos caros ni horas en el gimnasio; con unos minutos al día puedes ganar flexibilidad, prevenir lesiones y sentirte más ágil.
1. Rotación de hombros: De pie, lleva ambos brazos hacia adelante y haz círculos amplios con los hombros. Haz 10 repeticiones en cada dirección. Este movimiento lubrica la articulación del hombro y reduce la tensión del trapecio.
2. Flexión‑extensión de cadera: Apóyate en una silla, levanta una pierna recta y flexiona la rodilla hacia el pecho. Alterna 12 veces por lado. Fortalece la zona lumbar y mejora la amplitud del movimiento al sentarse o agacharte.
3. Giro de columna sentado: Sentado con espalda recta, cruza los brazos sobre el pecho y gira lentamente a la izquierda y a la derecha. Realiza 8 repeticiones por lado. Ayuda a mantener la movilidad de la zona torácica, clave para evitar dolores de espalda.
4. Ankle circles (círculos de tobillo): Levanta un pie del suelo, dibuja círculos con el talón durante 15 segundos y cambia de dirección. Repite con el otro pie. Este ejercicio mantiene flexibles los ligamentos y mejora el equilibrio.
Incorpora estos trucos sin cambiar tu rutina:
Si tienes alguna lesión o dolor persistente, consulta a un fisioterapeuta antes de iniciar cualquier rutina. Un profesional puede adaptar los movimientos a tus necesidades y evitar empeorar la situación.
La clave está en la constancia. Dedica 10‑15 minutos al día, combina estos ejercicios con una vida activa y notarás cómo tus articulaciones ganan libertad. No esperes a que el cuerpo te pida ayuda; actúa ahora y disfruta de mayor movilidad en tu día a día.
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