Lomi Lomi: qué es y por qué funciona
El lomi lomi es un masaje tradicional hawaiano que usa movimientos largos y fluidos para liberar tensión física y emocional. No es solo técnica: busca crear un ritmo que invite al cuerpo a soltar y a la mente a calmarse. Se trabaja con antebrazos, palmas y manos, a menudo con aceite, para lograr continuidad en el flujo del masaje.
Qué esperar en una sesión
Una sesión típica dura entre 60 y 90 minutos, aunque hay versiones más cortas. Llegas, hablas brevemente con el terapeuta sobre tus molestias y objetivos, y eliges el nivel de ropa con el que te sientas cómodo. El ambiente suele ser cálido, con música suave y respiración guiada. El terapeuta usa movimientos amplios que recorren brazos, espalda y piernas; a veces incluye estiramientos suaves. La presión puede variar: pide siempre que la ajusten a tu gusto.
¿Duele? No tiene por qué. El objetivo no es forzar zonas como en un deep tissue, sino acompañar tensiones hasta que aflojen. Algunas personas sienten emociones o ganas de llorar: es normal y parte del proceso de liberación.
Beneficios prácticos y diferencias con otros masajes
El lomi lomi ayuda a reducir tensión muscular, mejora la circulación y puede bajar el estrés y la ansiedad. A diferencia del masaje sueco, que sigue patrones más cortos y técnicos, el lomi lomi prioriza la continuidad y la sensación de flujo. Frente al masaje deportivo, no busca rendimiento ni recuperación puntual, sino relajación profunda y armonía general.
También favorece movilidad suave: los estiramientos integrados liberan rigidez sin entrar en manipulación fuerte. Muchas personas notan mejor sueño y menos molestias en la zona cervical después de varias sesiones.
Consejo práctico: prueba una sesión de 60 minutos primero para ver si te adaptas al ritmo y al contacto prolongado.
Contraindicaciones y precauciones: evita lomi lomi si tienes fiebre, infecciones de piel, heridas abiertas, trombosis o inflamación aguda. En embarazo consulta primero con tu médico; en algunos casos se adapta la técnica, en otros se desaconseja. Si tienes cáncer, problemas vasculares o recientes cirugías, pregunta al especialista y al terapeuta antes de reservar.
Después de la sesión bebe agua, descansa y evita ejercicio intenso en las siguientes 24 horas. La hidratación ayuda a eliminar toxinas y reduce sensación de mareo o fatiga temporal.
Cómo elegir a un buen terapeuta: busca formación específica en lomi lomi, reseñas reales y un entorno limpio. Pregunta por la experiencia del terapeuta con esta técnica y si trabaja con ritmos y respiración como parte de la sesión. Si dudas, pide una sesión corta de prueba y valora la conexión y la comunicación: un buen lomi lomi respeta tu ritmo y tus límites.
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