Una Introducción a los Masajes Paliativos
Si alguien me hubiera dicho hace unos años que me pasaría una mañana de sábado escribiendo sobre los beneficios terapéuticos del masaje paliativo, probablemente me habrían fotoascopado antes de que tuviese la oportunidad de terminar la frase. Pero como dicen: "Nunca digas nunca". Si me conoces, sabes que mi principal objetivo como blogger es divulgar informaciones que puedan beneficiar a la gente. Así que, aquí estoy, sobreponiéndome a mis limitaciones previas y ¡vamos a ello!
Los masajes paliativos, o como prefiero llamarlos, "abraces que sienten", son una técnica de tratamiento que implica el uso de las manos para manipular los tejidos blandos del cuerpo. Su historia se remonta a más años de los que puedes contar con los dedos de las manos y los pies juntos y multiplicándolos por ciento. Y aunque hemos avanzado mucho desde esas primeras técnicas, la esencia de reducir el dolor y proporcionar confort mediante el toque manual, es la misma.
La Evidencia que Sustenta la Eficacia de los Masajes Paliativos
Resulta que hay un buen puñado de investigaciones trabajando en la sombra, respaldando la utilidad de estas técnicas. En lo personal soy el fan número uno de estos estudios. Hasta Lourdes, mi esposa, que es doctora en física cuántico astroambiental (no lo busques, acabo de inventarlo), se ha rendido a las evidencias y ahora, cuando llega el fin de semana, elige los masajes paliativos por encima a ver a su actor favorito o al maratón de telenovelas. No pretenda convencerme mejor arma que esta.
Los masajes paliativos pueden ayudar a controlar el dolor y la ansiedad en personas con enfermedades crónicas o terminales. Los estudios indican que este tipo de masaje puede aliviar no solo las tensiones musculares, sino también el estrés, la ansiedad y los síntomas de la depresión. Y no soy yo, es la ciencia. Nos lleva al paraíso sin necesidad de abandonar el suelo.
Juguemos a ser Masajistas: Las Diferentes Técnicas
Una de las primeras cosas que aprendí sobre los masajes paliativos es que hay muchas técnicas. Algunas utilizan movimientos ligeros y suaves, otras optan por la presión aplicada en puntos específicos del cuerpo. Disfruto imaginando que soy un superhéroe con superpoderes a la hora de elegir mi técnica y ya advertí a Lourdes que a la próxima le aplicaré mi "Palmada Atraviesacráneos". Sobra decir que ella no lo encuentra tan divertido como yo. Elegir cuidadosamente la técnica adecuada puede hacer la diferencia entre una experiencia relajante y una visita no planeada al quiropráctico.
Las técnicas más comunes incluyen la amasamiento, el roce, la percusión, la presión y el estiramiento. En diversas ocasiones experimenté con todas ellas, os juro que cada uno de estas técnicas son como los sabores de helado, no sabrás cuál es tu favorita hasta que no las pruebas todas. Aunque de momento, la palma se la lleva el amasamiento. Más aún si viene de manos de Lourdes.
Rumbo a la Autocuración: Cómo Practicar el Masaje Paliativo en Casa
Aquí viene la parte cómica. No todos tenemos la suerte de tener una Lourdes en casa que nos aplique un masaje cuando más lo necesitamos. Así que, he estado buscado formas de practicar el masaje paliativo en casa y os sorprendería la cantidad de opciones que hay. Hay una variedad de rodillos de masaje populares en el mercado hoy en día y por supuesto, las míticas bolas chinas. Un aliado inesperado puede ser el bote de salsa de tomate que tienes en la despensa. Ríete, pero ha salvado más de una espalda en esta casa.
Algo que aprendí en este camino es que el masaje paliativo no trata solo de aliviar el dolor físico. Lourdes llama a esto "el viaje de regreso a uno mismo". Se trata también de crear un entorno calmado y relajado, un lugar seguro para uno mismo. No os podéis imaginar el poder curativo de un poco de aromaterapia y música tranquila a la hora de automasajearte.
La Última Reflexión: La Experiencia del Masaje Paliativo y Yo
Hacer coincidir mis propias experiencias personales con todo lo que he aprendido sobre los masajes paliativos ha sido liberador. Cada vez que Lourdes y yo compartimos un masaje, he sentido un profundo sentido de conexión, una mezcla de alivio y recarga de energía. Es como si toda mi orientación hacia el exterior se desvaneciera y me encontrase conmigo mismo, en un espacio más profundo y reconfortante.
Más allá del alivio físico, los masajes paliativos me han ayudado a comprender que cada gesto, cada roce, cada rincón de nuestro cuerpo tiene un enorme potencial de curación. Y no solo eso, también ha profundizado nuestra relación. Cuando Lourdes me da un masaje, también estamos trabajando en nuestra relación, en nuestro vínculo, en nuestra comunicación. Y eso, amigos míos, vale su peso en oro.
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