Descubriendo el Método Feldenkrais
Estamos en una época en que cada vez son más las personas que buscan nuevas formas de alcanzar el bienestar físico y emocional. Pero, ¿alguna vez han escuchado hablar del Método Feldenkrais? Si la respuesta es no, les sugiero que se acomoden y me acompañen en este viaje de exploración. Mi objetivo no es volverlos expertos, pero quizás puedan llevarse alguna herramienta que mejore su calidad de vida. Para situarnos, el Método Feldenkrais es una forma de educación del movimiento que busca mejorar nuestra postura, ampliar nuestra capacidad de movimiento y promover la eficiencia y confort en nuestras acciones. Con origen en la década de 1940, fue desarrollado por Moshe Feldenkrais, un ingeniero mecánico y practicante de judo originario de Ucrania. ¿Interesante, verdad?
Arte y Ciencia detrás del Método
Para apreciar mejor esta técnica peculiar, es útil considerar cómo se entrelazan ideas científicas y artísticas en su concepción. El Método Feldenkrais se basa en principios de física, neurología y psicología. Feldenkrais, un hombre de ciencia, extrajo conceptos como la gravedad, la resistencia y la sinergia de los campos científicos más tradicionales. Pero eso sólo es la mitad de la historia. Del mismo modo, el Método tiene una fuerte dimensión artística. Se centra en la armonía, la belleza del gesto y la finura técnica. ¿No es fascinante esta unión de ciencia y arte?
Beneficios y Funciones del Método Feldenkrais
Como muchas prácticas que promueven la salud y el bienestar, los beneficios del Método Feldenkrais son amplios y variados. No prometo milagros, pero a la larga, esta práctica puede mejorar la flexibilidad, la coordinación y la postura. Pero, la maravilla de esta metodología es que también tiene un impacto en nuestra mente. El Feldenkrais puede promover un mejor manejo del estrés y ayudar en la resolución de conflictos internos. Personalmente, en un periodo especialmente estresante de mi vida, decidí aventurarme en el mundo del Feldenkrais. ¡Qué sorpresa me llevé! No sólo mi cuerpo comenzó a sentirse diferente, sino que empecé a ver la vida desde otra perspectiva. Puedo afirmar, sin temor a equivocarme, que esta práctica fue un factor determinante en cómo afronté aquellos problemas. Pero ojo, no se trata de magia, es ciencia.
Colecciones de Lecciones de Feldenkrais: ¿Cómo y dónde empezar?
Entiendo que todo esto pueda sonar un poco abstracto, así que, ¿por dónde empezar? Diversas organizaciones ofrecen lecciones de Feldenkrais en formato escrito, audio y video. Aquí es donde se vuelve un poco más artístico. Algunas lecciones se parecen a coreografías, otras a exploraciones de la anatomía humana. El principio básico es que cada persona es única, por lo que no hay una “manera correcta” de moverse, sino simplemente formas más o menos eficientes y cómodas para cada uno de nosotros. Mi primer contacto con el Método Feldenkrais fue a través de lecciones en audio. Me acomodé en la sala, procuré que Kimba, mi gato siamés, lo permitiera, y me dispuse a navegar en esta propuesta novedosa. No voy a mentir, no fue fácil al principio, pero con tiempo y paciencia, pude percibir los cambios y beneficios.
Conclusión: Un Viaje Continuo hacia el Autoconocimiento
Si tuviera que resumir todo lo que hemos explorado, diría que el Método Feldenkrais es una travesía hacia el autoconocimiento. No es tanto una cuestión de ejercicios, sino una invitación a escuchar a nuestro cuerpo y nuestra mente. Además, no existe un objetivo final; cada paso en nuestra práctica de Feldenkrais es parte del viaje. Recuerdo que a menudo, después de una sesión, Ciro y Leandro, mis hijos, con la curiosidad que todo niño posee, me miraban intrigados mientras yo me movía y respiraba de formas que ellos jamás habían visto antes. Incluso, en ocasiones, se animaban a hacer los movimientos junto a mí. ¡Si hasta el pequeño Kimba se sumaba a nuestras prácticas! Resumiendo, queridos lectores, el Método Feldenkrais puede ser una herramienta estupenda para aquellos que buscan maneras alternativas de mejorar su bienestar y autoconocimiento. Recordemos siempre, nuestra salud es un viaje, no un destino.
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