La magia antigua de Gua Sha

Primero que todo, os quiero revelar un gran secreto en el terreno de la belleza y el cuidado personal, algo que debemos agradecer a los antiguos sabios chinos: el Gua Sha. Cuando pensamos en cuidado de la piel, a lo mejor pensamos inmediatamente en los dermatólogos o en costosos productos de belleza, pero hay un viejo y potente secreto que lleva siendo utilizado por las mujeres asiáticas durante siglos. Sí, amigas y amigos, os estoy hablando del método Gua Sha. Este nombre puede sonarnos raro e incluso un tanto misterioso, pero su aplicación es amigable y fácil de aprender, e incluso divertida. De hecho, mi gata siamesa, Kimba, se queda mirándome extrañada cada vez que uso mi piedra Gua Sha.

La ciencia detrás del Gua Sha

Antes de que vayáis a lo loco a comprar una piedra Gua Sha y a rasparos la cara, primero debemos entender qué es y cómo funciona. Gua Sha se traduce aproximadamente en "raspado" y es precisamente esto lo que hacemos con una pequeña herramienta, normalmente de jade o cuarzo rosa, por toda nuestra cara. El Gua Sha trabaja a nivel linfático, incrementando la circulación sanguínea y desintoxicando nuestro cuerpo a través de la piel. Es como si dieras un masaje vigorizante e intensivo a tu cara, ayudándola a eliminar toxinas y a absorber mejor los productos que apliques posteriormente. Seguro que Kimba estaría perdida si yo intentase explicarle todo esto, aunque aprecio su compañía mientras me cuido la piel.

La técnica correcta del Gua Sha

Igual que pasa con nuestro gato cuando intentamos ponerle una correa, hay una forma correcta y una incorrecta de hacer las cosas con Gua Sha. La herramienta de Gua Sha tiene varias partes, cada una pensada para una zona distinta de la cara. Para empezar, siempre se debe limpiar la cara y aplicar un aceite facial o suero antes de utilizar la herramienta. A continuación, se comienza desde el cuello y se va subiendo gradualmente a la cara. No se debe aplicar una presión excesiva y siempre se debe raspar en una sola dirección. Como mi abuela siempre decía: 'De nada sirve correr si vamos en la dirección equivocada'. Casualmente, es algo que también debería aprender Kimba cuando se trata de correr detrás de las moscas.

Los beneficios notables del Gua Sha

No seguiría haciendo algo si no viese resultados, ¿y tú? Exacto. Así que, ¿qué nos trae Gua Sha a la mesa? Bueno, te alegrará saber que los beneficios son abundantes. Para empezar, es como un masaje para nuestra cara. Relaja los músculos, ayuda a la circulación sanguínea y aumenta la producción de colágeno en la piel. Además, reduce la hinchazón y mejora la elasticidad de tu rostro, o sea que es una excelente herramienta para mantener tu piel con apariencia joven y fresca. Y aquí va un pequeño consejo de César para vosotros: si guardas tu piedra Gua Sha en el frigorífico, su frescor añade un plus al procedimiento, y vuestro rostro os lo agradecerá. No te preocupes, no lo comparo con abrir la lata de comida de Kimba cada mañana, pero sepamos que hay que dar los pasos correctos para obtener los resultados esperados.

Impresiones personales sobre el Gua Sha

Ahora, si no os importa, os voy a regalar un poco de mi experiencia personal con Gua Sha, algo que hago cada mañana junto con mi taza de café y la curiosa observación de Kimba. He descubierto que este ritual matutino no solo mejora mi aspecto facial, sino que también me aporta un momento de paz y meditación antes de enfrentarme al estrés del día a día. Cuando pase la herramienta por tu cara sentirás un agradable calor y una sensación de alivio rápido. Creo que es muy parecido a cómo se siente Kimba cuando la rasco detrás de las orejas. En resumen, el Gua Sha es una herramienta que, aunque parezca misteriosa, está llena de bondades para nuestra piel y nuestro bienestar emocional.